sábado, 10 de septiembre de 2011

Campos de fresas por siempre.

"...hay cien ventanas a un jardín
(pero están cerradas),
hay el rumor de un ancho mar."
          (De mi canción Hermana de la soledad).

        Creo que la primera canción que escuché de los Beatles fue Yesterday y, claro, me encantó. Más tarde escucharía la onírica Straberry Fields Forever; de ella me llamó la atención, además de la belleza de su melodía, lo bien que sonaba esa canción que no parecía cantada por un "cantante", sin que esta valoración tuviera carácter peyorativo alguno. Quizá era aquella una de las muchas cosas que aportaron: la facilidad para moverse con naturalidad entre lo clásico y lo popular, para romper barreras.
        También recuerdo y conservo el libro de partituras que me regaló mi madre, lo recibí como un tesoro. Nunca fui bueno aprendiendo canciones de otros, pero siempre me ha gustado bucear en ellas, ver cómo estaban construidas, con la guitarra entre mis manos. Fue lo que hice con este libro, disfrutándolo y aprendiendo nuevos acordes, parte de un nuevo vocabulario que iba incorporando a mis canciones.

2 comentarios:

  1. El cifrado de acordes no era para guitarra, lo cual me obligaba a ir descubriendo cómo estaban hechos los acordes “raros” o los de nuevas tonalidades para mí: la dificultad se convertía en aliciente.

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  2. Yo tuve el libro de las canciones ilustradas... los acordes los compré en algún librillo o salían en alguna revista... hace tanto!!! :)

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