martes, 2 de enero de 2018

No presumas de ser soñador...

Alphaville (Jean-Luc Godard, 1965).

No presumas de ser soñador.
Es más,
     cual pesado lastre lleva,
antes que al espacio asciendas,
la herencia o sentencia del poeta
silencioso pero sin renuncia,
sin pudor mas lejos del orgullo.
Así ni te mientes ni les mientes:
legitimamos la pantomima
para evitar la demolición
de nuestras tristes y humildes chozas
(serán lo último que perdamos);
pues nadie mejor que tú conoce
el frágil material de los sueños
(dulces sueños que no has de contar
o si no, jamás podrán cumplirse).

Si en ocasiones una sonrisa                                                               
quimérica me hiciera llorar,
aprenderé a llorar de verdad.
Ya puedes mirarme a los ojos
y recitarme nuestro secreto:
dejaríamos de hacer canciones,
lejos de las lindes de Alphaville,
en los albores del paraíso.

David Luis