Una avioneta
araña el cielo azul
y sangra espuma.
Nuestra sonrisa
vuela ella sola
del pecho a la boca
dejando una estela infinita
que les hermana en un pacto
de sangre,
y es
entonces
cuando tu voz
hace cosquillas
al silencio
y la carcajada
no lo rompe.
© David Luis.